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Energía para todos

En Wott creemos que la electricidad no es un derecho. No es algo que esté garantizado para todos, ni algo que se pueda exigir sin más. Sin embargo, creemos firmemente en el derecho de cada persona a tender la mano y ayudar a quien lo necesita. Porque cuando asumimos la responsabilidad de cuidar a los demás, construimos una sociedad más humana, más rica y más próspera.

Sabemos que hay familias que, por circunstancias difíciles, se enfrentan al desafío de no poder cubrir necesidades básicas como la electricidad. Y sabemos que muchos tienen la generosidad y el deseo de ayudar, pero no siempre saben cómo hacerlo de forma efectiva. Por eso, hemos diseñado los bonos energéticos solidarios: una manera directa y transparente de garantizar que las familias vulnerables puedan acceder a algo tan importante como la energía.

En lugar de formularios, trámites o burocracia humillante, confiamos en la sabiduría de parroquias y entidades sociales para distribuir estos bonos. Ellos son quienes mejor conocen las realidades de cada comunidad, quienes saben dónde está la verdadera necesidad y quién merece recibir esta ayuda. De este modo, evitamos abusos y garantizamos que la solidaridad se destine a quienes realmente la necesitan.

Nuestro compromiso no se queda ahí. Hemos estructurado un sistema económicamente sostenible que no solo ayuda a paliar las dificultades del presente, sino que también busca consolidar las economías familiares a largo plazo. Por cada 10 clientes que se suman a nuestra iniciativa, entregamos un bono energético para una familia vulnerable, asegurando que la solidaridad se traduzca directamente en ayuda tangible. Además, los excedentes de energía generados a través de nuestras cooperativas permiten financiar estos bonos solidarios, garantizando que la ayuda no sea temporal, sino un apoyo que realmente marque la diferencia.

Pero este esfuerzo no depende únicamente de nosotros. Depende de ti, de todos los que quieren marcar la diferencia. Porque ayudar a los demás no es solo un derecho, es un privilegio. Un privilegio que nos recuerda que juntos podemos transformar vidas y encender la esperanza en hogares que hoy enfrentan la oscuridad.

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